domingo, 20 de noviembre de 2016

sillas populares



El acabado en cera aporta un brillo natural a la madera, permite mantener visibles todas sus propiedades y es apto para interiores, ambientes naturales y rústicos. Me parece especialmente adecuado para muebles de madera maciza
En el taller se han terminado en estos días dos sillas bajas, de tipo popular, con este acabado.
En el apartado de técnicas, podemos consultar en detalle el acabado en cera.
En estos dos casos se ha procedido a preparar la cera virgen mezclandola con esencia de trementina y aceite de vaselina. Se ha aplicado la cera en caliente con una brocha y dejado reposar de un día para otro. A continuación se ha eliminado toda la cera sobrante con un trapo de algodón y, como el ambiente estba frío, nos ayudamos con un secador de aire caliente,
Como podemos ver en las fotos la cera aporta el color y el acabado necesario. No ha hecho falta teñir la madera
En el caso de esta silla, antes de encerar, ha sido necesario, decapar, lavar y lijar perfectamente la madera, hasta conseguir que no quedaran restos de pintura y que la madera de la silla estuviera pulida y limpia.



domingo, 6 de noviembre de 2016

limpieza del cobre



En esta jarra de latón y cobre, con asa de latón y madera,  se puede apreciar la limpieza que se ha realizado.



Limpieza del cobre
El cobre es un metal que se oxida fácilmente en contacto con el aire y la humedad. Esto hace que los cacharros y objetos de cobre adquieran un tono oscurecido que los deteriora y estropea su aspecto.
Existen productos específicos para la limpieza de los metales pero limpiar el cobre puede hacerse con elementos que tenemos fácilmente a nuestro alcance.
Antes de limpiar un objeto o cacharro de cobre tenemos que comprobar si está barnizado o no (para saber si está barnizado o no hacemos una prueba en una zona poco visible: si limpia rápidamente con la mezcla que vamos a explicar es que no está barnizado). Si está barnizado, una simple limpieza con agua y jabón neutro será suficiente para que quede bien. Si no está barnizada o ya está más estropeada se puede utilizar este sencillo método: Añade una cucharada de sal gorda y otra de pimentón a una taza de vinagre blanco, remueve hasta homogeneizar la mezcla y limpia con ella la superficie del cobre extendiéndola con una lana de acero o estropajo muy fino, un estropajo verde que ya esté bastante usado, o con un trapo. Cuando haya quedado totalmente limpio, aclara el objeto con abundante agua y seca cuidadosamente para que no se vuelva a oxidar.
Adem´´as de la jarra, en el taller se han limpiado otros cacharros de cobre como este puchero con asa de hierro que ahora luce así: